Todas las personas que visitan la Catedral de León, tanto leoneses como turistas, se preguntan por una pieza situada casi frente a la puerta principal de la Catedral.
Esa escultura es un homenaje a los constructores de catedrales. Agradece y representa el trabajo de tantos artistas que con sus obras nos han dejado un rico patrimonio y una belleza sin par en nuestras ciudades.
En el podemos ver unos moldes de la palma de la mano, donde los turistas y visitantes, a falta de tradición alguna (por la falta de historia del monumento) suelen colocar sus manos, como si fuera la tradición compostelena de la Catedral de Santiago. Unos rezan, otros piden algún deseo, pero siempre con la mano en el "molde" que mejor le va a su mano.
Tanto por la parte delantera (inferior) como por la parte trasera podemos leer una inscripción que nos habla acerca de la historia. Por ello no solo debemos ver el monumento por delante, sino que debemos darnos una vuelta por su parte de atrás.
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