1 kgr. de mejillones. 2 huevos. Harina y pan rallado. Sal y pimienta negra al gusto.
Para la bechamel: 60 grs. de harina de trigo. 60 grs. de mantequilla. 250 cc. de leche. Sal y nuez moscada.
PREPARACIÓN:
Se cuecen los mejillones al vapor (o bien con un vasito de un buen vino blanco). Una vez abiertos, se sacan y se pasa el caldo sobrante por un paño o trapo limpio (o por un chino de tela) para quitar las posibles arenillas o trocitos. Y se reserva.
Se sacan los mejillos de sus conchas, reservando las mejores conchas para su posterior relleno. Los mejillones desconchados se cortan en trocitos.
Se hace un "roux" con la mantequilla y la harina. Y se va añadiendo la leche así como un poco del caldo de los mejillones (unos 100 cc). Se mantiene dando vueltas hasta obtener una bechamel espesa (un poco menos que para las croquetas). Con esta bechamel en su punto, se echan los mejillones troceados y se mezcla todo bien.
Las mejores conchas bien lavadas y limpias que hemos reservado se utilizan para los tigres. Se rellenan con la mezcla anterior y se deja que enfríen al menos dos horas (mejor toda una mañana o una tarde en el frigorífico).
Al momento de hacer los tigres, se pasan por harina, huevo y pan rallado y se fríen en aceite muy caliente, primero por el lado del relleno y luego un poquito nada más (para que caliente) por el lado de la cáscara. Se sirven calientes.
Hay muchas variedades a esta receta: los picantes, los que se mezclan con huevo, con gambas, etc. Las combinaciones son de lo más variado, y en cada ciudad tienen sus recetas propias.