Catalina, Catalina, Catalina la torera, la visten de señorita los mozos de la ribera.
Los mozos de la ribera, también los de Alejandría, a verte vengo de noche porque no puedo de día.
Porque no puedo de día, porque estoy en mi trabajo, los amores te los quedo en la ventana de abajo.
En la ventana de abajo, en la ventana de arriba, quédate con Dios, paloma, que me voy para Melilla.
Que me voy para Melilla, con el moro a pelear, quédate con Dios, paloma, paloma del palomar.
Paloma del palomar, ¿quién te ha cortado los vuelos? Que no has podido volar desde el palomar al suelo. Desde el palomar al suelo, desde el suelo al palomar.
Deja que ruede la rueda, que rodando se divierte, así me divierto yo la noche que vengo a verte.
La noche que vengo a verte siempre voy con alegría, porque llevo la esperanza de ser tuyo y tú ser mía.
De ser tuyo y tú ser mía, cuerpecito resalado, ¡cuándo querrá Dios del cielo que yo te tenga a mi lado!
Que yo te tenga a mi lado, que yo te tenga a mi vera, Catalina, Catalina, Catalina la torera.