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 Esta es una pequeña plaza, que se sitúa en la confluencia de las calles de la Rua, Fernández Cadórniga, San Francisco y Herreros.
Su nombre radica en que en la misma se encuentra el convento de las Concepcionistas, monjas de clausura. En su fachada se puede contemplar la Virgen de la Concepción , guardada en una pequeña hornacina.
Es una plaza totalmente peatonalizada, de adoquín, la cual es un buen comienzo para dar un paseo hacia la zona más típica del Barrio Húmedo, la Plaza de San Martín, o siguiendo la calle de la Rúa, a una de las zonas más comerciales de este barrio, saliendo al final de esta calle de la Rúa, a dar con la calle Ancha, el Palacio de los Guzmanes y la Casa de Botines.
Esta plaza es el límite del Barrio Húmedo en su vertiente sur con la zona más moderna de la ciudad. Tras los muros de este convento, aun se pueden ver restos de la antigua muralla de León.
El convento fue una obra encargada por la Condesa de Luna, Doña Leonor Quiñones, allá por el siglo XVI, sobre el año 1.512. Posteriormente Juan del Ribero, realiza algunas obras en el cabecero de la Iglesia.
Si salimos de esta plaza por la calle San Francisco, y al final giramos a la derecha, para ir de forma paralela a la calle de la Rúa, podemos ver aun algunos trozos de muralla.
El convento de las Concepcionistas, al ser de clausura, no se puede visitar, aunque cuentan con un buen patrimo nio artístico, según cuentan los expertos, retablos barrocos, pinturas y orfebrería diversa.
Hay una tradición durante el día de la Inmaculada Concepción (8 de Diciembre), donde el Alcalde junto con la Corporación Municipal ofrecen un donativo al convento. Posteriormente se va a la Plaza Mayor a cantar la salve a la imagen de la Inmaculada Concepción que hay en la hornacina de las escalerillas.
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