.- 2 docenas de cangrejos (6-8 por persona más o menos)
.- Aceite de oliva
.- 1 Vasito de vino blanco
.- 1 Cebolla
.- 3 Dientes de ajo
.- 1 Cucharada de harina
.- 1 Cucharadita de pimentón (dulce o picante,a gusto del comensal)
.- 1 Hojita de laurel
.- 3 Tomates (o 4 dependiendo del tamaño)
.- Sal, guindilla, especias (a gusto del comensal)
Se limpian bien los cangrejos, quitándoles bien la tripa (tirando de la parte central de la cola, en su parte inferior, y sacando el hilito negro).
Se calienta una sartén con un poco de aceite, y se echan los cangrejos para darles una pasadita hasta que estén bien colorados. Entonces se echa el vaso de vino blanco y se deja dos o tres minutos al fuego y se retiran.
En otra sartén ponemos un poco de aceite, la cebollita picada bien fina y los ajitos también picados bien finitos. Se deja que se doren y entonces añadimos la guindilla o un trocito de guindilla (depende del picor que queramos darle) y la harina.
Se da unas vueltas para quitar el sabor a crudo de la harina y para que no se hagan grumos en la masa e incorporamos el resto de los ingredientes: la cucharadita de pimentón, el laurel, y los tomates pelados y triturados. Si se quiere se le añade perejil y alguna otra especia (a gusto del comensal). Se va haciendo lentamente, añadiendo un poco de agua o caldo, si es necesario y cuando la salsita esté a medio espesar, se echa todo ello sobre los cangrejos y se deja terminar de hacer unos 10-15 minutos más.
No se sabe que está más rico si los cangrejos o la salsa. Es una receta sencilla y muy sabrosa.